La Ley del Sector Eléctrico en México: Cambios y desafíos para el futuro energético
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La Ley del Sector Eléctrico en México: Cambios y desafíos para el futuro energético

El Plan Nacional de Energía tiene como meta que, para 2030, el 45% de la electricidad en México provenga de fuentes renovables.
La reciente reforma a la Ley del Sector Eléctrico y las nuevas políticas energéticas reflejan un enfoque en la soberanía energética, la sostenibilidad y el impulso a las energías renovables. En este blog, exploramos los aspectos clave de esta reforma, su impacto en el sector y lo que significa para las empresas y ciudadanos mexicanos.
Conociendo La Reforma Eléctrica en México
En los últimos años, México ha experimentado una serie de cambios fundamentales en su sector eléctrico, particularmente con la aprobación de reformas secundarias dentro de la Ley del Sector Eléctrico. Estas modificaciones buscan fortalecer el sistema eléctrico nacional, adaptándose a las demandas de un futuro energético más sostenible, eficiente y accesible. Con estas reformas, se busca garantizar un suministro eléctrico estable y seguro, con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como actor central en la generación, transmisión y distribución de energía.
Uno de los objetivos clave de esta reforma es asegurar la expansión de la infraestructura energética, especialmente en la generación de electricidad. El gobierno de México presentó un plan para la expansión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) entre 2025 y 2030, que incluye 51 proyectos prioritarios para fortalecer la generación de electricidad, con énfasis en las energías renovables y la transición energética.
Para fortalecer la regulación del sector energético, la reforma eléctrica ha dado paso a la creación de la Comisión Nacional de Energía (CNE). Este nuevo órgano, dependiente de la Secretaría de Energía (SENER), tendrá autonomía técnica y se encargará de diversas funciones clave, como la otorgación de permisos en hidrocarburos, electricidad y biocombustibles, así como la regulación de tarifas en gas natural, petrolíferos y electricidad. Además, supervisará el mercado eléctrico y vigilará los precios y subsidios, asegurando una gestión eficiente y transparente del sector energético en México. La CNE también se encargará de autorizar proyectos de exploración y extracción de hidrocarburos y evaluar el impacto social de nuevos desarrollos energéticos. Este órgano nace con el objetivo de mejorar la coordinación entre las entidades gubernamentales y fortalecer la soberanía energética del país.
Puntos Clave de la Reforma Eléctrica:
Fortalecimiento de la CFE:
La reforma fortalece a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), consolidándola como la principal entidad encargada de la generación, transmisión y distribución de energía. Se busca garantizar un servicio eléctrico estable y a precios competitivos, además de optimizar la infraestructura existente y crear nuevas plantas de generación eléctrica bajo el control de la CFE.
Aplicación de la infraestructura de transmisión y generación:
Se presentaron 51 proyectos para la expansión de la infraestructura eléctrica nacional, con una inversión proyectada de 23,400 millones de pesos entre 2025 y 2030. Estos proyectos incluyen nuevas plantas de energía y mejoras en la red de transmisión para cubrir mejor el territorio nacional, reduciendo las brechas de acceso.
Transición hacia fuentes renovables:
Aunque el fortalecimiento de la CFE es central, la reforma también promueve la incorporación de fuentes renovables, como la solar, eólica e hidroeléctrica. La nueva capacidad instalada debe considerar al menos un 30% de energías limpias para 2030, lo que refuerza la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Nuevas regulaciones sobre la generación distribuida:
La reforma impulsa la generación distribuida, lo que permite a las empresas generar energía de manera independiente a través de fuentes renovables, como paneles solares o pequeñas turbinas eólicas. Esto no solo facilita el ahorro en costos de energía, sino que también da mayor control sobre el consumo energético y permite una mayor independencia del mercado eléctrico.
Incentivos y políticas de apoyo:
Se han establecido incentivos fiscales para las empresas que inviertan en infraestructuras energéticas limpias, promoviendo la transición hacia una economía baja en carbono. Entre los beneficios se encuentran deducciones fiscales para proyectos de generación renovable y apoyos a la construcción de infraestructura energética eficiente.
Proyectos Prioritarios del Plan de Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030
La reforma contempla una serie de proyectos estratégicos que impulsarán la expansión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) durante los próximos años. Entre los proyectos más destacados se encuentran:
- Ampliación de la capacidad de generación eléctrica: Nuevas plantas de generación para abastecer a más de 100 millones de mexicanos con energía eléctrica segura y estable.
- Optimización de la infraestructura de transmisión: Mejoras en las líneas de transmisión para una distribución más eficiente de la energía a nivel nacional, incluyendo zonas rurales y marginadas.
- Incorporación de energías limpias: Plantas solares y eólicas, que diversificarán la matriz energética y reducirán la dependencia de combustibles fósiles.
Impacto de La Reforma Eléctrica en las empresas
Las reformas al sector eléctrico en México representan una oportunidad para las empresas que buscan optimizar sus operaciones y reducir costos. Aunque estas reformas buscan fortalecer el papel de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las nuevas regulaciones también abren la puerta a una mayor autonomía energética para las empresas mediante la generación distribuida y el autoconsumo. Estos avances son favorables, ya que permiten a las empresas tener mayor control sobre sus fuentes de energía, lo que puede ser una ventaja estratégica significativa.
Oportunidades en la Generación Distribuida y Autoconsumo
El autoconsumo es una de las medidas clave de la reforma eléctrica, y permite a las empresas generar su propia electricidad mediante fuentes renovables, como paneles solares fotovoltaicos, y consumirla directamente en sus instalaciones. Esta modalidad, previamente conocida como abasto aislado, no solo permite un mayor control sobre el suministro energético, sino que también conlleva una serie de beneficios que impactan directamente en la eficiencia operativa y los costos de las empresas.
Aunque tanto el autoconsumo como la generación distribuida implican la producción y el consumo de energía en el mismo lugar, hay diferencias clave entre ambos modelos. Una de ellas es la capacidad instalada permitida para cada modalidad. El autoconsumo está diseñado para instalaciones de mayor escala, mientras que la generación distribuida exenta se aplica a sistemas más pequeños. Además, los requisitos regulatorios varían: el autoconsumo requiere permisos específicos, mientras que la generación distribuida exenta solo necesita un contrato de interconexión con la CFE. Ambos esquemas ofrecen beneficios relacionados con la eficiencia energética y el ahorro en costos operativos, pero se adaptan a diferentes necesidades y tamaños de instalaciones.
La Ley introduce mayor flexibilidad en la infraestructura y permisos para cada modalidad. La Generación Distribuida simplifica los contratos de interconexión con la CFE, mientras que el autoconsumo requiere permisos según capacidad y tipo de conexión. Estos ajustes facilitarán la integración de sistemas renovables a diversas escalas, promoviendo la sostenibilidad y eficiencia del sistema eléctrico.

Ajustes en la capacidad de generación distribuida y autoconsumo
Como lo mencionamos anteriormente, un ajuste clave en la Ley del Sector Eléctrico (LESE) es la modificación de los límites de capacidad para la generación distribuida y el autoconsumo aislado. En términos de generación distribuida, el límite de capacidad pasará de 0.5 megavatios (MW) a 0.7 MW, lo que permite a más empresas generar energía renovable a pequeña escala y cubrir de manera más eficiente sus necesidades energéticas.
Por otro lado, el autoconsumo, antes limitado a capacidades menores, ahora se establece entre 0.7 MW y 20 MW. Este ajuste amplía significativamente las opciones de las empresas más grandes o industriales para instalar sistemas de energía renovable y generar suficiente electricidad para su propio consumo, sin necesidad de depender de la red eléctrica; ya que existen dos modalidades de autoconsumo, el interconectado a la red y el autoconsumo aislado sin conexión a la red, ideal para empresas en zonas remotas o con necesidad de total independencia eléctrica. Este cambio es un paso crucial hacia la mayor autonomía energética de las empresas y la descentralización de la generación de energía.
Los principales beneficios del autoconsumo incluyen:
- Reducción de costos energéticos: El autoconsumo permite a las empresas generar su propia energía, lo que reduce significativamente las facturas de electricidad. Las empresas pueden ahorrar hasta un 30% o más en sus costos energéticos al depender menos de los suministros externos.
- Independencia energética: Al generar su propia electricidad, las empresas se hacen menos dependientes de las fluctuaciones de precios del mercado eléctrico y las tarifas impuestas por la CFE. Esto no solo reduce costos, sino que también asegura un suministro más estable y predecible.
- Resiliencia operativa: La generación local de energía hace que las empresas sean menos vulnerables a interrupciones o fallos en la red eléctrica. Esto es especialmente importante en industrias donde la continuidad del suministro energético es crucial para la producción.
- Sostenibilidad y competitividad: A medida que la presión global por reducir las emisiones de carbono aumenta, el autoconsumo se presenta como una excelente estrategia para las empresas que desean alinearse con las políticas gubernamentales de sostenibilidad. Adoptar esta modalidad no solo mejora la imagen de las empresas, sino que también les permite capitalizar la creciente demanda de soluciones más verdes y eficientes en el mercado.
El autoconsumo y la Generación Distribuida no solo ofrecen beneficios económicos, sino que también descentralizan la generación de electricidad, mejorando la resiliencia y estabilidad del sistema eléctrico. Aliviando la presión sobre la infraestructura de transmisión y distribución, aumentan la flexibilidad y eficiencia energética.
El gobierno podría ofrecer incentivos, como subsidios o créditos fiscales, para apoyar la inversión en tecnologías limpias, facilitando la adopción de fuentes renovables y reduciendo los costos iniciales de instalación.

Con la implementación de estas reformas, los nuevos participantes en generación distribuida y autoconsumo deberán cumplir con las regulaciones de la CNE. Uno de los primeros pasos será que la CNE emita las normativas para definir las atribuciones de las UVIE (Unidades de Verificación Independiente de Energía) y las UI (Unidades de Inspección), encargadas de garantizar el cumplimiento de los estándares técnicos y operativos.
La CNE también establecerá los procedimientos de inspección y verificación para los Generadores Exentos y los autoconsumos interconectados. La rápida implementación de estas reglas será clave para asegurar la correcta interconexión y el cumplimiento de las normas de calidad, seguridad y eficiencia del sistema eléctrico.
Cómo las empresas pueden aprovechar las Reformas Energéticas
Para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la nueva Ley del Sector Eléctrico, las empresas deben tomar medidas proactivas en cuanto a sus necesidades energéticas. A continuación, te compartimos algunas recomendaciones clave para implementar una estrategia energética efectiva:
1. Evaluar el autoconsumo: Considera la posibilidad de instalar sistemas de energía renovable en tus instalaciones, como paneles solares fotovoltaicos, para reducir la dependencia de la red eléctrica y controlar mejor tus costos energéticos.
2.- Invertir en generación distribuida: Evalúa proyectos de generación distribuida que te permitan generar tu propia electricidad de manera más eficiente, maximizando los beneficios económicos y ambientales.
3. Aprovechar incentivos fiscales: Infórmate sobre los incentivos fiscales y beneficios que el gobierno ofrece para las empresas que invierten en energías renovables, como deducciones en impuestos y apoyos a la infraestructura energética sostenible.
4. Asegurar la continuidad del suministro: Con la generación distribuida, tu empresa puede asegurar el suministro de energía ante posibles fallos en la red eléctrica, lo que contribuye a una operación más estable y confiable.
Conclusión
La reforma al sector eléctrico de México representa un avance crucial hacia un modelo energético más autónomo, sostenible y eficiente. El enfoque en la soberanía energética y la transición hacia energías limpias muestra la intención de reducir la dependencia de fuentes fósiles y garantizar un suministro eléctrico más confiable. Un aspecto clave de esta reforma es el fortalecimiento de la generación distribuida y el autoconsumo, que ofrecen grandes oportunidades para las empresas.
Los ajustes en los límites de capacidad para la generación distribuida y el autoconsumo aislado permitirán a las empresas generar su propia energía, reduciendo costos y aumentando su independencia frente a fluctuaciones del mercado eléctrico. Estos cambios beneficiarán a las empresas y apoyarán la transición hacia un modelo energético más verde y sostenible.
Aunque la implementación de estas reformas presenta desafíos, especialmente en términos de infraestructura y regulaciones, las oportunidades para las empresas son claras. Aprovechar los incentivos fiscales y las tecnologías limpias permitirá a las empresas posicionarse mejor en un futuro energético más responsable y competitivo.







