En los últimos años, México ha mostrado un crecimiento notable en la adopción de energía solar, impulsado por el interés de empresas y usuarios en disminuir costos operativos y reducir su huella ambiental. Con esa perspectiva, el autoconsumo ha dejado de ser una alternativa para convertirse en una estrategia clave para reducir costos operativos, asegurar el suministro eléctrico y fortalecer la reputación ambiental de las empresas.
Cada vez más compañías en México están apostando por producir su propia energía, aprovechando la alta radiación solar del país y la viabilidad técnica y financiera que ofrecen los sistemas fotovoltaicos actuales. Ya no se trata solo de ahorrar, también de transformar la manera en que operamos, siendo más eficiente, más limpia y con mayor control.
En este contexto, las energías renovables, especialmente la solar fotovoltaica y la eólica, se perfilan como protagonistas en la transformación de los sistemas eléctricos durante la próxima década. Se estima que para 2035 estas tecnologías aportarán más del 40% de la generación eléctrica mundial, lo que exigirá una modernización profunda de las redes eléctricas y una mayor capacidad de adaptación del sistema energético, incluyendo el desarrollo de soluciones avanzadas de almacenamiento.
Actualmente, la energía solar fotovoltaica representa poco más del 5% de la electricidad generada a nivel global, pero se proyecta que esta cifra aumente al 17% para 2030, en línea con los objetivos de la COP28, que busca triplicar la capacidad instalada de fuentes renovables hacia ese año.
De cara a 2035, se espera que la energía solar se convierta en la principal fuente de generación eléctrica, superando al carbón y al gas natural.

¿Qué es el Autoconsumo?
El autoconsumo es la práctica mediante la cual una empresa genera su propia energía eléctrica para abastecer sus propias operaciones, utilizando tecnologías limpias como la solar fotovoltaica. En lugar de depender exclusivamente de la red eléctrica pública, la empresa se convierte en productora y consumidora de energía al mismo tiempo.
Esta modalidad representa un cambio estructural en la gestión energética empresarial, ya que permite controlar los costos, aumentar la resiliencia operativa y reducir el impacto ambiental.
Desde una perspectiva técnica y regulatoria, el autoconsumo puede incluir capacidades desde 0.7 hasta 20 megawatts (MW) y se caracteriza por ser una generación de electricidad en sitio, es decir, dentro del mismo complejo industrial, logístico o corporativo donde se utiliza.
En estos casos, la energía se genera y se consume en el mismo lugar, generalmente a través de una red eléctrica privada diseñada exclusivamente para este propósito. Esta infraestructura interna permite una mayor eficiencia y evita la necesidad de transportar energía a largas distancias.
El autoconsumo puede realizarse bajo distintas modalidades (interconectado o aislado), dependiendo del perfil energético de la empresa, el acceso a la red, la infraestructura disponible y los objetivos financieros y ambientales del proyecto.
Tipos de Autoconsumo
A la hora de implementar un sistema de autoconsumo, es fundamental conocer las dos principales modalidades técnicas: autoconsumo interconectado y autoconsumo aislado. La elección entre una u otra dependerá del tipo de operación de la empresa, su ubicación, infraestructura eléctrica, perfil de consumo y visión estratégica.
Autoconsumo interconectado
Este modelo es el más común entre empresas en México, ya que combina generación propia con respaldo de la red eléctrica nacional (CFE). En esta modalidad, el sistema fotovoltaico se instala dentro de las instalaciones de la empresa y se conecta a la red para importar energía en caso de ser necesario o exportar excedentes generados durante el día.
Además, muchas empresas incorporan sistemas de almacenamiento energético (BESS), lo que permite optimizar la operación, reducir picos de demanda y almacenar energía para usarla en horarios no solares o durante cortes eléctricos.
Este tipo de sistema no solo permite minimizar el uso de la red, también mejorar la eficiencia energética global de la operación.
Con la propuesta de la Ley del Sector Eléctrico (LESE), se prevé que las empresas que opten por esta modalidad deberán solicitar autorización ante la Comisión Nacional de Energía (CNE) para operar bajo los nuevos esquemas de autoconsumo interconectado, especialmente si los sistemas superan ciertos umbrales de capacidad.
Ventajas para empresas
- Reducción significativa de costos operativos.
- Flexibilidad operativa: respaldo de la red cuando el sistema no cubre toda la demanda.
- Sin necesidad de baterías, aunque su incorporación ofrece beneficios adicionales.
- Compensación por excedentes mediante esquemas de medición o facturación neta.
- Mayor eficiencia energética, al integrar generación, consumo y almacenamiento.
Este tipo de autoconsumo, es una solución energética inteligente para empresas que buscan reducir costos sin sacrificar continuidad operativa. Su capacidad de integrarse con la red eléctrica, aprovechar excedentes y operar sin necesidad de almacenamiento lo convierte en una opción flexible, rentable y de rápida implementación para entornos urbanos e industriales.

Autoconsumo aislado
El autoconsumo aislado es una solución que opera completamente desconectada de la red eléctrica pública, lo que significa que toda la energía necesaria para las operaciones de la empresa se genera y gestiona en sitio. Esta modalidad es ideal para zonas donde no hay acceso a la red, o cuando una empresa requiere autonomía energética total por razones estratégicas, operativas o de seguridad.
El sistema combina tecnologías renovables como paneles solares, junto con sistemas de almacenamiento que permiten asegurar el suministro eléctrico en todo momento, como cuando hay apagones eléctricos o en horarios sin generación solar (por ejemplo, durante la noche).
Además, muchas instalaciones incorporan generadores de respaldo basados en combustibles convencionales para garantizar la continuidad operativa ante picos de demanda, periodos prolongados de baja generación o mantenimientos críticos.
Este enfoque permite gestionar eficientemente la energía, facilitando el desplazamiento de carga, la reducción de picos de demanda y el aprovechamiento de excedentes de forma controlada.
Ventajas para empresas
- Independencia energética total, sin depender de la red pública.
- Mayor resiliencia operativa ante apagones o interrupciones del servicio eléctrico.
- Gestión inteligente del consumo y la generación a través de soluciones híbridas y almacenamiento.
- Ideal para entornos críticos, operaciones remotas o proyectos sustentables.
El autoconsumo aislado es la mejor alternativa para entornos donde la autonomía energética es prioritaria. Al operar de forma independiente de la red, permite garantizar el suministro eléctrico en zonas remotas o en operaciones críticas, combinando generación limpia, almacenamiento eficiente y resiliencia ante cualquier interrupción externa.

Importancia del autoconsumo en el contexto actual de México
México posee condiciones privilegiadas para el desarrollo de proyectos solares. Con niveles de irradiación que alcanzan hasta 6.5 kWh/m² al día en estados del norte y centro del país, es uno de los territorios con mayor potencial solar del mundo. Esta característica convierte al autoconsumo no solo en una posibilidad, sino en una estrategia energética viable, rentable y sostenible para el sector empresarial.
En el contexto económico y energético actual, el autoconsumo adquiere una relevancia estratégica para las empresas por las siguientes razones:
Respuesta directa a la incertidumbre energética
El sistema eléctrico nacional enfrenta presiones crecientes por alta demanda, infraestructura limitada y saturación en ciertas zonas, lo que ha derivado en interrupciones, cortes programados y variaciones en el suministro. El autoconsumo reduce la dependencia de esta infraestructura, mitigando riesgos operativos y garantizando continuidad en los procesos críticos de las empresas.
Ahorro frente a tarifas crecientes
Con el incremento constante de las tarifas eléctricas en los últimos años, especialmente en tarifas comerciales e industriales (OM, HM, GDMTO y GDMTH), el autoconsumo permite a las empresas protegerse ante la volatilidad de precios y convertir un gasto variable en una inversión controlada, con retornos a corto y mediano plazo.
Descarbonización y cumplimiento de compromisos ESG
Cada vez más empresas integran indicadores de sostenibilidad como parte de sus objetivos corporativos. El autoconsumo reduce significativamente la huella de carbono, permite avanzar en certificaciones ambientales y fortalece la reputación ante inversionistas, clientes y reguladores.
Descentralización energética y desarrollo regional
Al generar energía en sitio, el autoconsumo descentraliza el modelo energético tradicional, aliviando la carga sobre la red nacional y fomentando la eficiencia. Además, activa la economía local al generar empleo en sectores como instalación, mantenimiento, ingeniería, manufactura y capacitación técnica.
Alineación con la política energética nacional y nuevas regulaciones
La tendencia en México apunta hacia el fortalecimiento de la generación distribuida como pilar para garantizar la seguridad energética del país. Proyectos como los propuestos en la LESE buscan dar mayor acceso, flexibilidad y derechos a los usuarios para generar su propia energía, lo cual crea un entorno favorable para que las empresas adopten el autoconsumo como parte de su modelo de negocio. No obstante, es importante considerar que este esquema debe alinearse con las disposiciones establecidas en los artículos 25, 30, 31 y 32 de dicha ley.
En este contexto, el autoconsumo también adquiere un papel estratégico como motor de innovación, inversión y transición energética. Los nuevos esquemas de generación con participación directa de los usuarios permiten no solo generar energía limpia de manera local, sino también aprovechar tecnologías emergentes como los sistemas fotovoltaicos avanzados y las microrredes inteligentes. Esta evolución no solo mejora la eficiencia energética, sino que también abre el camino a un mercado eléctrico más dinámico y competitivo, en el que las empresas pueden formar alianzas estratégicas, acceder a incentivos y participar activamente en la transformación del sistema energético nacional. La posibilidad de atraer inversiones para proyectos de autoconsumo alineados con el desarrollo sostenible y los planes nacionales fortalece tanto la seguridad energética como el crecimiento económico regional.
Dicho esto, el autoconsumo energético se presenta como una solución tangible y estratégica para el sector empresarial en México. No solo responde a los retos actuales del sistema eléctrico nacional y permite a las empresas tomar el control de su consumo energético, reducir costos, cumplir con sus compromisos ambientales y ganar autonomía operativa.
Aprovechar esta oportunidad no es solo una decisión técnica, sino una decisión empresarial con visión de futuro, que fortalece la competitividad, la resiliencia y el impacto positivo de las organizaciones en su entorno.
Diferencias entre Autoconsumo y Generación Distribuida
Es fundamental entender las diferencias entre autoconsumo y generación distribuida, ya que cada uno tiene características y beneficios distintos que pueden ser clave dependiendo de las necesidades de la empresa. Mientras que el autoconsumo se enfoca en generar energía para satisfacer exclusivamente las necesidades internas de la empresa, la generación distribuida es un concepto más amplio que incluye no solo el autoconsumo, sino también la posibilidad de inyectar excedentes de energía a la red eléctrica, generando compensaciones o ingresos. Estas distinciones son esenciales para seleccionar la estrategia energética adecuada y maximizar los beneficios de cada modelo.
Como lo acabamos de mencionar, el Autoconsumo se refiere a la generación de energía eléctrica para satisfacer únicamente las necesidades internas del usuario que la produce. Es decir, la energía se genera y se consume en el mismo sitio, y el propósito principal es reducir el consumo de energía proveniente de la red pública, aumentar la independencia energética y controlar los costos operativos. La LESE, entre sus cambios más significativos, estableció nuevos límites para la generación de energía, para el autoconsumo se estableció de 0.7 hasta 20 MW.
En muchos casos, estos sistemas pueden estar conectados a la red (interconectados) o completamente aislados, pero su función principal es cubrir la demanda propia sin fines comerciales.
Por otro lado, la Generación Distribuida es un concepto más amplio. Abarca todos los sistemas de generación eléctrica de pequeña escala que están conectados a la red eléctrica nacional y que se encuentran cercanos al punto de consumo. Dentro de este esquema pueden existir proyectos de autoconsumo, pero también sistemas diseñados para inyectar excedentes a la red eléctrica, ya sea como compensación de energía o con fines comerciales, como parte del mercado eléctrico.
En México, la Generación Distribuida está regulada por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y con la aprobación de la LESE, la capacidad instalada pasó de 0.5 a 0.7 MW, esta permite a usuarios con sistemas conectarse a la red sin necesidad de obtener un permiso de generación. Esta flexibilidad ha permitido que muchas empresas adopten sistemas de autoconsumo interconectado dentro de este marco regulatorio.
La principal diferencia, entonces, radica en el propósito y el uso de la energía generada. Mientras el autoconsumo tiene como objetivo satisfacer la demanda propia de la empresa, la generación distribuida puede incluir tanto el autoconsumo como la comercialización de excedentes o el abastecimiento de terceros.
Ambas opciones representan una oportunidad para reducir costos y mejorar la eficiencia energética, pero elegir la más adecuada dependerá de los objetivos estratégicos de cada organización. En EMMI, te ayudamos a identificar el modelo que mejor se adapta a las necesidades de tu empresa y a diseñar una solución energética con visión a largo plazo.
Conclusión
El autoconsumo energético representa una solución tangible y estratégica para las empresas que buscan independencia operativa, estabilidad financiera y alineación con los nuevos estándares de sostenibilidad. En un entorno donde el control sobre los recursos es clave para la competitividad, generar tu propia energía deja de ser una alternativa para convertirse en una decisión de negocio inteligente.
Con más de una década de experiencia, en EMMI no solo hemos sido testigos del crecimiento del autoconsumo en México, también hemos sido protagonistas en su implementación, porque entendemos que cada proyecto energético es una decisión estratégica, diseñamos soluciones personalizadas, sólidas y escalables que responden a los retos específicos de cada cliente.
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Conclusión
El autoconsumo energético representa una solución tangible y estratégica para las empresas que buscan independencia operativa, estabilidad financiera y alineación con los nuevos estándares de sostenibilidad. En un entorno donde el control sobre los recursos es clave para la competitividad, generar tu propia energía deja de ser una alternativa para convertirse en una decisión de negocio inteligente.
Con más de una década de experiencia, en EMMI no solo hemos sido testigos del crecimiento del autoconsumo en México, también hemos sido protagonistas en su implementación, porque entendemos que cada proyecto energético es una decisión estratégica, diseñamos soluciones personalizadas, sólidas y escalables que responden a los retos específicos de cada cliente.
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