Parque Aztlán: Construyendo el proyecto sustentable que une naturaleza, cultura y diversión
Compartir
Parque Aztlán: Construyendo el proyecto sustentable que une naturaleza, cultura y diversión
Parque Aztlán: Construyendo el proyecto sustentable que une naturaleza, cultura y diversión
Compartir
Este proyecto marca un paso importante hacia la integración del entretenimiento con prácticas sostenibles, resaltando por una inversión de 4 mil millones de pesos y la generación de 6 mil empleos. En EMMI, hemos jugado un papel clave en su desarrollo, enfocándonos en la obra electromecánica para asegurar que el parque sea un lugar de diversión energéticamente eficiente y amigable con el medio ambiente.
Este blog profundiza en cómo el Parque Aztlán está innovando en cuanto a sustentabilidad y entretenimiento, destacando nuestra contribución al proyecto. Desde sus atracciones hasta las soluciones ecológicas que implementa, aquí te contamos cómo EMMI está ayudando a transformar este espacio en uno de los parques urbanos más destacados de América Latina.
¿Qué es el parque Aztlán?
El Parque Aztlán es una innovadora apuesta por el entretenimiento sustentable y la cultura mexicana, situado en la histórica localización de lo que antes era la Feria de Chapultepec, dentro de la segunda sección del Bosque de Chapultepec, en el corazón de la Ciudad de México. Este proyecto, que ha visto una inversión de 4 mil millones de pesos y ha generado 6 mil empleos, es un claro ejemplo del compromiso de la ciudad con la sustentabilidad, la cultura y el esparcimiento de calidad.
Concebido como mucho más que un simple parque de diversiones, Parque Aztlán se erige como un espacio donde el entretenimiento se encuentra con la educación ambiental y la cultura, todo bajo un manto de prácticas ecológicas y tecnologías verdes. Una de sus atracciones más emblemáticas es la impresionante rueda de la fortuna, que con sus 85 metros de altura se convierte en la más grande de México, y una de las más grandes del mundo. Equipada con 218 mil focos para iluminarla de noche y 40 cabinas que ofrecen aire acondicionado, calefacción, conexión bluetooth y bocinas para personalizar la experiencia musical, promete un recorrido de entre 15 y 20 minutos que ofrece vistas inigualables del Bosque de Chapultepec y sus alrededores.
Pero el Parque Aztlán va más allá de ofrecer atracciones emocionantes. Se caracteriza por su enfoque en la sustentabilidad y la amabilidad con el medio ambiente, aspectos fundamentales en su operación diaria. Además, se ha comprometido a impulsar la rica cultura de México, integrando el Museo Dolores Olmedo, con obras de Diego Rivera y Frida Kahlo; y un auditorio dentro de sus instalaciones que promete ser un espacio de aprendizaje y apreciación de nuestro legado histórico y cultural.
Las atracciones, incluyendo la Montaña Jurásica, el espacio inmersivo, el Carrusel de Chapultepec y el Vuelo de Cantoya, así como el foro cultural al aire libre con capacidad para seis mil personas, están tematizadas con motivos mexicanos y prehispánicos, ofreciendo a los visitantes una experiencia única que celebra la identidad nacional. Además, el parque contará con dos áreas de juegos de destreza, únicas en su tipo, que prometen desafiar y entretener a personas de todas las edades.
El parque Aztlán es considerado un proyecto sustentable
Este proyecto sustentable se distingue por su compromiso con la sustentabilidad, evidenciado en sus seis ejes rectores, que incluyen la seguridad, el entretenimiento, la difusión de la cultura mexicana, la promoción del deporte, la divulgación de valores, y, crucialmente, la sostenibilidad. Este último eje es fundamental, pues el proyecto se ha diseñado para maximizar el uso de energías limpias, la captación y reutilización del agua, y la reducción del impacto ambiental a través de prácticas ecológicamente responsables.
Innovaciones verdes
Entre las innovaciones más destacadas que integra el Parque Aztlán se encuentran:
-
La reutilización e infiltración del agua de lluvia al subsuelo, reduciendo la demanda de agua potable y mitigando el riesgo de inundaciones.
- La instalación de una planta de tratamiento de aguas residuales, lo que permite el aprovechamiento de aguas tratadas para riego y mantenimiento de áreas verdes.
- El uso de paneles solares y luminarias de bajo consumo, minimizando la dependencia de fuentes de energía convencionales y reduciendo la huella de carbono del parque.
- Un significativo aumento en el metraje y la calidad de las áreas verdes, incluyendo un mayor número de árboles y la mejora de la vegetación existente, lo cual contribuye a la biodiversidad y mejora la calidad del aire.
La renovación verde de Chapultepec
El rescate y revitalización de las áreas verdes representan un aspecto central de este proyecto sustentable. Tras un análisis detallado, se identificó que solo el 9% de la superficie del antiguo parque estaba dedicado a espacios verdes. El plan de Aztlán busca transformar radicalmente esta realidad, aumentando el área verde al 17%, además de incorporar plazas permeables y arboladas, y un lago que añadirá valor estético y biodiversidad al parque.
El Gobierno de la Ciudad de México, enfatizó que uno de los objetivos principales del Parque Aztlán es superar las deficiencias del pasado, ofreciendo no solo un espacio más verde, sino también acceso gratuito a la población, lo que representa un cambio paradigmático respecto a la Feria de Chapultepec.
Enfoque en la sustentabilidad
El Parque Aztlán se distingue por su compromiso con la sustentabilidad, evidenciado en sus seis ejes rectores, que incluyen la seguridad, el entretenimiento, la difusión de la cultura mexicana, la promoción del deporte, la divulgación de valores, y, crucialmente, la sostenibilidad. Este último eje es fundamental, pues el proyecto se ha diseñado para maximizar el uso de energías limpias, la captación y reutilización del agua, y la reducción del impacto ambiental a través de prácticas ecológicamente responsables.
Su compromiso con el futuro
Con la generación de 6,160 empleos, tanto en su fase de construcción como en operación, el Parque Aztlán revitaliza el espacio físico que ocupa y contribuye al tejido social y económico de la Ciudad de México. Aunque el parque abrirá sus puertas el 1° de septiembre, con algunas atracciones pendientes hasta el próximo año, el compromiso con una visión sostenible y accesible para todos los ciudadanos está claro. El Parque Urbano Aztlán está destinado a convertirse en un nuevo icono de la Ciudad de México, demostrando que es posible combinar entretenimiento, cultura y sostenibilidad en un solo proyecto transformador.
Participación de EMMI en el Parque Aztlán
En EMMI, jugamos un papel fundamental en la creación del Parque Aztlán, trabajando de la mano con Mota-Engil en un proyecto que se ha convertido en un hito para la Ciudad de México, promoviendo la sustentabilidad, la cultura y el entretenimiento. Nuestro compromiso ha estado en garantizar que este espacio no solo se convierta en un centro de diversión, sino también en un modelo de eficiencia energética y respeto por el medio ambiente.
Asumimos la responsabilidad de llevar a cabo la obra electromecánica del proyecto, abarcando desde la red de media y baja tensión hasta la iluminación, todo ello con el objetivo de asegurar una infraestructura energética eficiente para el parque. Nuestros esfuerzos se centraron en:
- El suministro de equipos y materiales eléctricos para la construcción de cinco subestaciones.
- La instalación de generadores de emergencia.
- La implementación de la red eléctrica de media y baja tensión (MT y BT).
- El suministro y la instalación de la red de tierras.
- La provisión de iluminación interior y exterior para los edificios y el recinto del parque.
Este proyecto del Parque Aztlán subraya nuestro compromiso para impulsar un futuro más sustentable para la Ciudad de México y el desarrollo sostenible de nuestro país.
Conclusión
Al combinar tecnología verde, cultura y diversión de manera tan integrada, Parque Aztlán se convierte en un lugar para disfrutar y ser una fuente de inspiración para futuros proyectos.
La decisión de transformar un espacio con historia, como lo era la Feria de Chapultepec, en un sitio que prioriza el medio ambiente, mientras celebra nuestra rica herencia cultural, refleja un cambio de paradigma en cómo concebimos los espacios urbanos de recreación. Estamos convencidos de que este proyecto traerá beneficios duraderos, no solo en términos de empleo y recreación, sino también en educación ambiental, cultura y conservación.
El compromiso de EMMI con Parque Aztlán va más allá del negocio; es una muestra de nuestra promesa hacia un futuro más verde y sustentable. Ver cómo nuestras soluciones ecológicas y electromecánicas cobran vida en este espacio es increíblemente gratificante, y esperamos que este proyecto sea un referente de inspiración en nuestro país. Parque Aztlán es un claro ejemplo de que es posible crear espacios que deleiten y al mismo tiempo cuiden de nuestro planeta.