La transición energética es uno de los pilares fundamentales para combatir el cambio climático y garantizar el desarrollo sostenible a nivel global. En ese contexto, la energía solar se ha convertido en una de las fuentes renovables más accesibles, escalables y estratégicas del planeta. Su expansión no solo responde a preocupaciones ambientales, sino también a la necesidad de contar con energía asequible, limpia y segura en todos los sectores.

¿Qué es la energía solar y por qué está transformando el mundo?

La energía solar es una de las formas más limpias, abundantes y accesibles de generación eléctrica disponibles hoy en día. Se produce a partir de la radiación del sol, que puede convertirse en electricidad mediante tecnologías como los paneles fotovoltaicos o en calor a través de sistemas termosolares. A diferencia de los combustibles fósiles, su producción no emite gases contaminantes ni genera residuos, lo que la convierte en una pieza clave para enfrentar el cambio climático.

En los últimos años, la energía solar ha dejado de ser una solución de nicho para convertirse en una fuente dominante en muchas economías del mundo. Su versatilidad permite implementarla en distintos entornos: desde grandes parques solares que abastecen a ciudades enteras, hasta instalaciones en techos industriales o residenciales que permiten el autoconsumo energético. Esta flexibilidad, sumada a la caída progresiva de sus costos y al desarrollo de tecnologías de almacenamiento, ha hecho que cada vez más gobiernos, empresas e incluso comunidades apuesten por la energía solar como base de un futuro energético más sustentable, seguro y competitivo.

Panorama global de la energía solar: crecimiento récord y proyecciones al 2030

La energía solar ha experimentado un crecimiento sin precedentes a nivel mundial. En 2024, se instalaron 597 gigavatios (GW) de nueva capacidad solar, lo que representa un aumento del 33% respecto al año anterior y eleva la capacidad total instalada a 2.2 teravatios (TW). Este hito marca un avance significativo en la transición hacia fuentes de energía renovable. Se proyecta que para 2030, la instalación anual podría alcanzar 1 TW, consolidando aún más la posición de la energía solar en el mix energético mundial.

Distribución regional del crecimiento

• China lideró las instalaciones con 329 GW añadidos en 2024, representando el 55% del total global. Este crecimiento se atribuye a grandes proyectos en regiones como los desiertos de Tengger y Gobi, donde se están desarrollando algunas de las mayores plantas solares del mundo.
• India emergió como el tercer mayor mercado solar, duplicando con creces sus instalaciones respecto al año anterior y alcanzando 30.7 GW en 2024. Este crecimiento refleja el compromiso del país con su objetivo de alcanzar 500 GW de capacidad renovable para 2030.
• Europa añadió aproximadamente 67 GW de nueva capacidad solar en 2024, con un crecimiento del 15% respecto a 2023. Sin embargo, el crecimiento se ha desacelerado en comparación con años anteriores debido a desafíos como la saturación de la red eléctrica y la necesidad de modernización de infraestructuras.

Proyecciones futuras

Según el informe «Global Market Outlook for Solar Power 2025–2029» de SolarPower Europe, se espera que para 2030 el mundo instale hasta 1 TW de capacidad solar anualmente, lo que podría llevar la capacidad total instalada a más de 7 TW. Este crecimiento proyectado es esencial para alcanzar los objetivos climáticos globales y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Cuáles son las ventajas de la energía solar para las empresas?

La adopción de energía solar en el sector empresarial ya no es una tendencia emergente, sino una decisión estratégica respaldada por datos, resultados y exigencias del mercado. En un entorno donde la competitividad, la eficiencia operativa y la responsabilidad ambiental son factores clave, la energía solar representa una de las herramientas más efectivas para transformar la forma en que las empresas gestionan sus recursos energéticos.

1. Reducción significativa de costos operativos
   Una de las ventajas más evidentes es el ahorro económico. Al generar su propia energía, las empresas pueden reducir considerablemente sus facturas eléctricas mensuales. En muchas regiones del mundo, el costo nivelado de la electricidad (LCOE) de la energía solar ya es inferior al de las fuentes convencionales. Esto permite liberar presupuesto para reinversión, innovación o expansión.
   
2. Estabilidad frente a tarifas y crisis energéticas
   Frente a un contexto global marcado por la volatilidad en los precios de combustibles fósiles y la incertidumbre energética, contar con un sistema fotovoltaico brinda mayor previsibilidad financiera. Además, con la incorporación de sistemas de almacenamiento (BESS), las empresas pueden operar de manera continua incluso ante apagones o interrupciones en la red.
   
3. Cumplimiento normativo y mejora del perfil ESG
   Cada vez más corporativos exigen a sus proveedores, socios y grupos de interés alinearse con prácticas sostenibles. Implementar energía solar ayuda a reducir la huella de carbono y facilita el cumplimiento de regulaciones ambientales, además de aportar a reportes de sostenibilidad. Esto mejora la reputación, atrae inversión responsable y abre puertas a nuevas oportunidades de negocio.
   
4. Aumento en el valor de los activos
   Instalar un sistema fotovoltaico eleva el valor del inmueble y puede ser considerado como un activo estratégico, especialmente en parques industriales, centros logísticos o edificios corporativos. En muchos casos, también permite acceder a financiamientos verdes o incentivos fiscales vinculados a eficiencia energética.
   
5. Ventaja competitiva y posicionamiento de marca
   Integrar energías limpias en la operación empresarial no solo reduce costos, sino que también comunica un compromiso tangible con el medio ambiente y el futuro. Este posicionamiento fortalece la identidad corporativa, atrae talento joven y mejora la percepción ante consumidores, socios e inversionistas.
   
6. Optimización con sistemas de almacenamiento (BESS)
   Al combinar paneles solares con baterías, las empresas pueden almacenar energía durante horarios de baja demanda o bajo costo y utilizarla cuando más la necesitan. Esto no solo reduce picos de consumo y estabiliza costos operativos, sino que también garantiza respaldo energético ante fallas en la red, mejora el control de frecuencia y permite arranques autónomos tras apagones.

La energía solar en México

México atraviesa una transformación energética impulsada por fuentes limpias, y la energía solar encabeza esta transición. El país se ubica entre los cinco territorios con mayor potencial solar a nivel global, gracias a su posición geográfica privilegiada dentro del cinturón solar. Según el Atlas Mexicano de Energía Solar, publicado por el Instituto de Energías Renovables de la UNAM, existen zonas con irradiación promedio superior a los 6.3 kWh/m² diarios, principalmente en estados del norte como Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila y Baja California.

Este nivel de radiación significa que México podría generar múltiples veces más electricidad de la que consume, si se aprovechara adecuadamente esta fuente. A pesar de ese potencial, el aprovechamiento aún se encuentra en fase de crecimiento, aunque con avances notables.

Hasta marzo de 2025, la capacidad instalada en Generación Distribuida (GD) que incluye sistemas solares en techos de viviendas, comercios e industrias, superó los 2,500 MW, de acuerdo con cifras públicas de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Además de la Generación Distribuida, México también avanza en generación solar a gran escala con proyectos fotovoltaicos de utilidad pública, conectados directamente a la red eléctrica nacional.

Entre los proyectos más importantes en operación o en desarrollo destacan:

• Puerto Peñasco, Sonora
  Considerado el parque solar más grande de América Latina, con una capacidad final estimada de 1,000 MW y un sistema de almacenamiento con baterías de última generación. Este proyecto forma parte del Plan Sonora de Energía Sostenible.
• Don José, Guanajuato
  Uno de los parques más relevantes del centro del país, con 238 MW de capacidad. Abastece energía limpia a la red nacional y a industrias de alto consumo.
• Cuyoaco, Puebla
  El Parque Fotovoltaico Cuyoaco, ubicado en Puebla, es uno de los proyectos solares más relevantes de México. Con una capacidad instalada de 200 MW y una superficie de 703 hectáreas, esta planta alberga más de 730,000 paneles solares. Su operación permite una generación anual de 571 GWh, lo que equivale a evitar la emisión de más de 189,715 toneladas de CO₂ cada año. Cuyoaco es un ejemplo del potencial de México para avanzar hacia una transición energética más limpia, inclusiva y comprometida con el medio ambiente.

Estos proyectos no solo contribuyen a diversificar la matriz energética del país, también han demostrado ser motores de desarrollo económico en regiones rurales o semiurbanas, generando empleos temporales y permanentes.

Retos actuales de la energía solar a nivel global

La expansión de la energía solar en el mundo ha sido notable en la última década, pero alcanzar una transición energética verdaderamente sólida y equitativa sigue enfrentando desafíos importantes. No basta con tener acceso a radiación solar o tecnologías avanzadas; es necesario superar barreras estructurales, financieras y sociales que aún limitan su adopción a gran escala.

Uno de los retos más comunes a nivel global es la necesidad de marcos regulatorios estables y previsibles. En muchos países, los cambios frecuentes en normativas o la falta de claridad en los procesos de interconexión con la red eléctrica generan incertidumbre entre desarrolladores, inversionistas y usuarios finales. Una regulación coherente y accesible es clave para atraer inversiones sostenidas en infraestructura renovable.

El acceso al financiamiento sigue siendo otro gran obstáculo, especialmente en países en desarrollo. Aunque los costos de los sistemas solares han bajado considerablemente, muchas pequeñas y medianas empresas, así como comunidades rurales, aún no pueden costearlos sin apoyo externo. Esto exige esquemas innovadores de crédito, leasing, contratos PPA y participación más activa de bancos de desarrollo y fondos verdes.

Además, la formación técnica y la educación energética son elementos esenciales. A nivel mundial, se requiere una mayor capacitación de profesionales capaces de instalar, operar y mantener sistemas solares con estándares de calidad. De igual forma, educar a la ciudadanía sobre los beneficios reales y las aplicaciones de la energía solar fortalece la demanda y promueve decisiones de consumo más informadas.

Por último, la infraestructura eléctrica representa un reto. Muchas redes no están preparadas para manejar una alta penetración de Generación Distribuida ni para incorporar sistemas de almacenamiento de forma eficiente. La modernización de las redes eléctricas y la digitalización del sistema energético son fundamentales para permitir una integración fluida de las energías renovables.

En este contexto, empresas especializadas como EMMI desempeñan un rol clave al ofrecer soluciones solares de alta calidad, adaptadas a las condiciones reales de cada entorno. A través de sistemas bien diseñados, instalaciones certificadas con equipos Tier 1 y acompañamiento técnico, EMMI impulsa proyectos industriales que mejoran la eficiencia energética y contribuyen a la transición energética global con un enfoque sostenible, escalable e inclusivo.

La energía solar ha dejado de ser una promesa y se ha convertido en una herramienta esencial para enfrentar los desafíos energéticos, ambientales y económicos. En todo el mundo, gobiernos y empresas están reconociendo su valor estratégico, es una fuente limpia, económicamente competitiva y tecnológicamente madura.

2025 marca un punto de inflexión. Nunca antes habíamos contado con tanta capacidad instalada, tanto conocimiento técnico, ni tantas oportunidades para escalar la adopción de tecnologías solares. Las empresas que decidan actuar ahora, no solo estarán reduciendo costos o cumpliendo con metas de sostenibilidad, sino construyendo resiliencia operativa, diferenciación de marca y valor a largo plazo.

En EMMI, sabemos que una transición energética justa y efectiva requiere más que paneles solares: requiere visión, acompañamiento técnico y soluciones diseñadas a la medida. Por eso, trabajamos de la mano con el sector empresarial para integrar sistemas solares y de almacenamiento que impulsen su crecimiento con eficiencia y responsabilidad.