¿Cómo reducir las emisiones de CO2 en la industria?
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¿Cómo reducir las emisiones de CO2 en la industria?
Una de las formas más efectivas de reducir las emisiones de CO2 en la industria es a través de la eficiencia energética. Esto puede lograrse mediante la mejora de los procesos de producción, la optimización de equipos y la implementación de tecnologías más limpias. Según un estudio de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), la eficiencia energética puede reducir las emisiones de CO2 en la industria en un 20-30%.
Otra forma de reducir las emisiones de CO2 en la industria es a través de la generación de energía renovable. La energía solar, eólica e hidroeléctrica son algunas de las formas más comunes de generar energía renovable.
La captura y almacenamiento de carbono (CAC) es otra forma de reducir las emisiones de CO2 en la industria. La CAC es un proceso mediante el cual se captura el CO2 emitido por las industrias y se almacena de forma segura en el suelo o en el fondo del mar. Según el IEA, la CAC puede reducir las emisiones de CO2 en la industria en un 15-20%.
Por último, las políticas y regulaciones gubernamentales también pueden ayudar a reducir las emisiones de CO2 en la industria. Esto puede incluir la implementación de límites de emisiones, la creación de sistemas de comercio de emisiones y la promoción de tecnologías limpias.
Panorama de las emanaciones industriales de CO2 en 2024
Próximas medidas internacionales
El TEC, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y con el apoyo del Gobierno de Alemania, elaborará un informe político y organizará una Jornada Tecnológica para integrar la descarbonización industrial en las NDC actualizadas. Este informe ofrecerá opciones políticas y tecnológicas concretas para reducir las emisiones en sectores clave. Además, en la COP29 de Bakú, el TEC organizará el Día de la Tecnología, centrado en promover la inclusión de industrias difíciles de descarbonizar en las NDC y apoyar la implementación de medidas climáticas por parte de los países.
Estas son las soluciones para las emanaciones industriales
Reducir las emisiones de CO2 en tu empresa es esencial para combatir el cambio climático y contribuir a un futuro sostenible. A continuación, se presentan ocho acciones clave que puedes implementar para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero:
- Mide tus emisiones de CO2: Realiza una auditoría de carbono para comprender cuánto CO2 está emitiendo tu empresa. Esta evaluación te permitirá establecer objetivos claros y realistas para reducir tus emisiones de manera efectiva.
- Usa energías renovables: Transita hacia fuentes de energía renovables, como la solar o eólica, para reducir significativamente las emisiones de CO2. Si no es posible generar tu propia energía renovable, considera la opción de comprarla a proveedores que ofrezcan programas de energía verde.
- Implementa tecnologías más eficientes: Adopta equipos de alta eficiencia energética, iluminación LED y sistemas de calefacción y refrigeración eficientes. Estas tecnologías pueden disminuir notablemente el consumo de energía y, por ende, las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Mejora el aislamiento de tus instalaciones: Asegúrate de que las instalaciones de tu empresa estén bien aisladas. Un buen aislamiento reduce la necesidad de calefacción y refrigeración, lo que contribuye a una menor huella de carbono.
- Fomenta el transporte sostenible: Promueve el uso de medios de transporte sostenibles como bicicletas, vehículos eléctricos o transporte público. Ofrecer incentivos a tus empleados para que utilicen estos medios puede ser una excelente estrategia para reducir la huella de carbono.
- Gestiona adecuadamente los residuos: Implementa prácticas adecuadas de gestión de residuos, enfocándote en la reducción, el reciclaje y la correcta disposición de desechos peligrosos. Una gestión eficiente de residuos es crucial para minimizar el impacto ambiental de tu empresa.
- Utiliza materiales sostenibles: Opta por materiales sostenibles como papel reciclado, madera certificada y productos de origen responsable. Además, selecciona proveedores que se comprometan con la sostenibilidad y la reducción de emisiones en sus operaciones.
- Capacita y colabora con tus empleados: Fomenta la colaboración entre empleados y con otras empresas para compartir mejores prácticas y frenar el cambio climático. Capacita a tus trabajadores sobre cómo pueden contribuir a la reducción de emisiones de CO2 en sus actividades diarias.
Acciones en tu día a día para contribuir a la descarbonización
De acuerdo con el World Economic Forum, 2022 el fracaso de la acción climática es el principal riesgo para el mundo en los próximos 10 años y es también el riesgo más grave, por lo que es importante poner manos a la obra por nuestro planeta.
El 28 de enero se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, fecha establecida por la ONU para hacer conciencia sobre la urgente necesidad de reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera, ya que el dióxido de carbono o CO2 es el gas de efecto invernadero conocido por ser una de las principales causas del calentamiento global.
En EMMI, destacamos algunas acciones que pueden hacer la diferencia frente al cambio climático y contribuir al desarrollo sostenible. Recuerda, “pequeñas acciones pueden hacer la diferencia”.
Utiliza transporte sostenible
El uso masivo de combustibles fósiles es el principal responsable de las emisiones de CO2, por lo que optar por usar transporte público, compartir el viaje, usar bicicleta y caminar cuando te sea posible, puede hacer una gran diferencia. También puedes optar por el uso de vehículos eléctricos o híbridos.
Consume energía renovable
Una de las ventajas de generar energía limpia a través de energías renovables como la solar o eólica es que no emiten CO2. Puedes optar por instalar un sistema de paneles solares en el techo de tu casa o industria, de esta manera además de ahorrar y cuidar el medio ambiente, estarás aprovechando espacios que no utilizas para generar tu propia energía limpia.
Optimiza la eficiencia energética
Cuida el uso de tus electrodomésticos disminuyendo su uso, ya que al usarlos se requiere de energía eléctrica y, por lo tanto, se queman combustibles fósiles. Por ejemplo, poner dos lavadoras a la semana con una temperatura de 40 grados reduce la emisión en 225 kilogramos de CO2. Si quieres contribuir al planeta y ahorrar dinero, utiliza electrodomésticos etiquetados con alta eficiencia energética que cuenten con sello FIDE (Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica).
Integra hábitos de economía circular
Reducir, reutilizar y reciclar contribuye para alargar el ciclo de vida de productos y establecer un modelo de consumo responsable. Al darle doble vida a los productos como papel, vidrio, cartón, madera, agua, entre otros, contribuimos a reducir el consumismo y recursos disminuyendo las emisiones de CO2.
Consume alimentos frescos y locales
Elige productos elaborados de forma sostenible y cercanos a tu localidad, también conocidos como productos “kilómetro cero”, de esta manera evitarás las emisiones de CO2 derivadas del transporte, producción para el empaquetado y refrigeración, por ejemplo, la huella de carbono es mayor para la carne que para las verduras. También puedes optar por hacer tu propio huerto en casa.
Planta árboles y cuida de ellos
Un árbol puede absorber entre 150 y 3,500 kilogramos de CO2 en su ciclo de vida. Por ello es importante, evitar la deforestación de los bosques, evitar incendios forestales e incentivar la plantación de nuevos árboles que contribuyen a reducir las emisiones de CO2 en la atmósfera.
Hay muchas acciones que podemos hacer en nuestra rutina diaria para contribuir a la descarbonización. En EMMI destacamos la importancia de incorporar fuentes de energía renovable en nuestra planificación urbana e industrial, ya que además de ahorrar en tu recibo de energía eléctrica; estarás contribuyendo a crear un futuro sostenible.
La economía verde como una solución para las emanaciones industriales
La economía verde se presenta como una solución vital para reducir las emisiones de CO2, equilibrando crecimiento económico y sostenibilidad. Este modelo fomenta la inversión en energías renovables y eficiencia energética, impulsando cambios en la operación industrial y en los hábitos de consumo. La transición hacia fuentes de energía limpia, como la solar y eólica, reemplaza a los combustibles fósiles, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuyendo costos operativos.
Además, la economía verde es un motor de creación de empleo, especialmente en sectores como la energía renovable y la construcción sostenible. Esto demuestra que el cuidado ambiental puede ser sinónimo de crecimiento económico.
Las políticas gubernamentales juegan un papel crucial en este cambio, mediante incentivos para prácticas sostenibles y regulaciones para limitar las emisiones. La economía verde no solo es una respuesta al desafío ambiental, sino también una oportunidad económica, abriendo el camino hacia un desarrollo más sostenible y resiliente.
Conclusión
Enfrentar el cambio climático y reducir las emisiones de CO2 es un imperativo global que trasciende fronteras y sectores. Las soluciones existen y son variadas, pero su éxito depende de la voluntad colectiva para implementarlas. La eficiencia energética, la innovación en energías renovables, y la adopción de prácticas sostenibles tanto a nivel industrial como personal, son fundamentales en este camino hacia la sostenibilidad.
El desafío es grande, pero también lo es la oportunidad. La transición hacia una economía circular no solo es necesaria para el medio ambiente, sino que también ofrece potencial para el crecimiento económico y la creación de empleo. Cada acción, grande o pequeña, cuenta. Desde las decisiones de política hasta las elecciones cotidianas de los individuos, cada paso hacia la sostenibilidad es crucial.
Por último, la lucha contra el cambio climático es una prueba de nuestra capacidad para actuar con previsión y responsabilidad. Se trata de un esfuerzo compartido que requiere compromiso, creatividad y colaboración. Mirando hacia el futuro, nuestra capacidad para adaptarnos e innovar no solo definirá el legado que dejamos a las generaciones futuras, sino también la salud y la viabilidad de nuestro planeta.